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						Iris Fazio de Pérez Villamil, una docente que trabajó 
						durante muchos años en nuestra Escuela, y en varias de 
						las escuela de la zona, fueran privadas o estatales. |  
				
				En todas ellas fue reconocida por su sencillez, humildad y mujer 
				de bien, trabajando en beneficio de todos sus alumnos. 
				
				Era reconocida por donde ella anduviera por sus queridos 
				alumnos, que luego fueron padres y sus hijos también fueron 
				alumnos de Iris. 
				
				El “chau o adiós señorita Iris”, se escuchaba tanto en la puerta 
				de su casa como en cualquier lugar de Aldo Bonzi, donde a ella 
				la encontrara. 
				
				Fue una docente que hizo que los alumnos disfrutaran de sus 
				clases, de la música clásica y otros estilos musicales, de haber 
				visitado el Teatro Colón, donde ella con orgullo los llevaba 
				todos los años. 
				
				Del recuerdo del CORO DE LA ESCUELA, en el cual ella fue la 
				Directora, cuyos alumnos concurrían los días sábado hasta horas 
				de medio día para las prácticas. 
				
				Del pasar por la puerta de su casa y ella siempre con una 
				sonrisa, levantando su mano para saludar en incluso con un “pasá 
				un rato, qué apuro tenés”, “cómo está tu familia, dales mis 
				saludos”, y tantas otras cosas, que hacía y decía a quien la 
				conociera. 
				
				Del reclamo que siempre yo le hacía “Ud. siempre habla de 
				tortas, pero en realidad no las conozco”, a los que ella me 
				respondía, “no te quejes mañana te preparo una”, y era así, la 
				torta siempre estaba. 
				
				Del momento que me pidieron desde la Municipalidad que 
				eligiéramos la MUJER DEL AÑO, y no dudé que fueras vos Iris. . 
				., junté firmas del Rotary Club, escuelas vecinas, Delegación 
				Municipal y en general de toda la comunidad, recibiste tu premio 
				merecido de manos del Intendente Municipal. 
				
				Del momento que dijo: “esta escuela me mima mucho”, y bien 
				merecido te lo tenías Iris. . . 
				
				Todos, quienes la conocimos, nos quedamos con tu imagen, siempre 
				sonriendo y dando palabras de aliento que brotaban de tu 
				corazón. 
				  
				
				Juan Alfredo Trunzo 
				
				P.D. Seguramente expresando el sentimiento de muchos   |