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						LA EDAD. 
						
						 ... Una mañana agitada, a las 8:30, cuando un señor 
						mayor de unos 80 años, llegó al hospital para que le 
						retiraran los puntos de su pulgar, el señor dijo que 
						estaba apurado y que tenía una cita a las 9:00 am, el 
						doctor le pidió que tomara asiento, sabiendo que quizás 
						pasaría más de una hora. Lo vio mirando su reloj y 
						decidió, examinar su herida.  
						
						Mientras lo curaba le preguntó si tenía una cita con 
						otro médico esa mañana, ya que lo veía tan apurado. El 
						señor le dijo que no, que necesitaba ir al geriátrico 
						para desayunar con su esposa. El doctor le preguntó 
						sobre la salud de ella. 
						
						 -Él le respondió: que ella hacía tiempo que estaba allí 
						ya que padecía de Alzheimer. 
						
						 -Le preguntó si ella se enfadaría si llegaba un poco 
						tarde. 
						
						- Le respondió que hacía tiempo que ella no sabía quién 
						era él, que hacía cinco años que ella no podía ya 
						reconocerlo.  
						
						El doctor sorprendido entonces le pregunto: ¿Y usted 
						sigue yendo cada mañana, aún cuando ella no sabe quién 
						es usted? 
							
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								-Él sonrió y le dijo:"Ella no sabe quién soy, 
								pero yo aún se quien es ella y la amo”. 
								
								 Al doctor se le erizó la piel, y tuvo que 
								contener las lágrimas mientras el señor se iba, 
								y pensó: ese es el tipo de amor que quiero en mi 
								vida; el amor verdadero no es físico, ni 
								romántico. El amor verdadero es la aceptación de 
								todo lo que es, ha sido, será y no serás en la 
								vida. 
								
								 La gente más feliz no necesariamente tiene lo 
								mejor de todo; ellos sólo hacen todo, lo mejor 
								que pueden. La vida no se trata de sobrevivir a 
								una tempestad, se trata de saber cómo 
								¡¡BAILAR BAJO LA LLUVIA!! | 
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								Agradecemos a los alumnos  de 6to año, a la 
								Prof. Roxana Duarte, Prof. Karina Gaudry y a las 
								Sras. Preceptoras  Silvana Gurrieri y Clotilde 
								Bustos, el haber hecho feliz, al menos por un 
								momento, al grupo de abuelos del Hogar San 
								Jorge, a quienes seguramente visitarán muy 
								pronto nuevamente. 
								
								Invitamos a todos a imitar esta idea de hacer 
								feliz al menos por unas horas a personas que 
								dieron mucho por todos nosotros. 
								
								  Equipo de Conducción E.E.S. Nº 41 |  |